Colima supera la media nacional en cloración de agua
11 de Agosto de 2021
Con esta acción se reduce la tasa de enfermedades diarreicas agudas.
En el año 2020 Colima registró una eficiencia promedio de cloración del agua del 96.86%, que lo coloca por encima de la media nacional que es del 93%, según indicó la Secretaría de Salud y Bienestar Social del Gobierno del Estado.
La Comisión Estatal para la Protección contra Riesgos Sanitarios (Coespris), informa que el año pasado se realizaron 5 mil 475 determinaciones de cloro residual, de las cuales el 96.86% cumplió con el parámetro establecido en la Norma Oficial Mexicana NOM-127-SSA1-1994.
La desinfección del agua tiene como propósito asegurar que el consumidor reciba agua salubre mediante la destrucción o inactivación de la gran mayoría de agentes patógenos, manteniendo una barrera protectora que actúe sobre ellos cuando se introducen en el sistema de distribución y suprime el crecimiento microbiológico para proteger a la población de enfermedades.
Por ello se lleva a cabo la vigilancia sistemática y permanente de la calidad bacteriológica del agua y de los sistemas de abastecimiento, a través de acciones regulatorias y no regulatorias, tomando en cuenta que la tasa de enfermedades diarreicas agudas del 2020 fue de 27.85 casos por cada mil habitantes.
La información señala que los riesgos microbiológicos ocasionados por las enfermedades de transmisión alimentaria, son un problema de salud pública cada vez mayor, siendo las diarreas, las parasitosis y las intoxicaciones algunos de estos ejemplos.
La Comisión Estatal para la Protección contra Riesgos Sanitarios (Coespris), informa que el año pasado se realizaron 5 mil 475 determinaciones de cloro residual, de las cuales el 96.86% cumplió con el parámetro establecido en la Norma Oficial Mexicana NOM-127-SSA1-1994.
La desinfección del agua tiene como propósito asegurar que el consumidor reciba agua salubre mediante la destrucción o inactivación de la gran mayoría de agentes patógenos, manteniendo una barrera protectora que actúe sobre ellos cuando se introducen en el sistema de distribución y suprime el crecimiento microbiológico para proteger a la población de enfermedades.
Por ello se lleva a cabo la vigilancia sistemática y permanente de la calidad bacteriológica del agua y de los sistemas de abastecimiento, a través de acciones regulatorias y no regulatorias, tomando en cuenta que la tasa de enfermedades diarreicas agudas del 2020 fue de 27.85 casos por cada mil habitantes.
La información señala que los riesgos microbiológicos ocasionados por las enfermedades de transmisión alimentaria, son un problema de salud pública cada vez mayor, siendo las diarreas, las parasitosis y las intoxicaciones algunos de estos ejemplos.